El Bernabéu pasó de los pitos al éxtasis tras un doblete del brasileño en la prórroga
El Real Madrid pasó apuros pero terminó arrollando al Celta en la prórroga de los octavos de final de la Copa del Rey. Los gallegos lograron igualar la eliminatoria cuando parecía improbable, obligando a algunos de los menos habituales a resolver el encuentro. Endrick, con un doblete decisivo, fue el gran protagonista de la recta final.
El conjunto blanco comenzó el partido con una versión gris, lejos de la actitud que tanto entusiasma al Santiago Bernabéu, especialmente tras el duro revés del pasado domingo en la Supercopa de España. Los primeros 15 minutos fueron anodinos, con un ritmo bajo y escasa intensidad. Apenas se registraron dos acciones destacables: un disparo al palo de Starfelt para el Celta y un potente remate de Tchouaméni que Villar desvió con acierto.
Cerca del minuto 25, el ambiente en el Bernabéu se caldeó: los primeros pitos de la noche exigían mayor compromiso al equipo. Ya fuera por la presión de la grada o por ajustes tácticos, el Madrid mostró una leve mejoría pasada la media hora de juego. Tras una acción polémica en la que el Celta reclamó penalti por un choque entre Lunin y Swedberg, llegó el primer gol madridista. Mbappé, tras una gran jugada por la izquierda, definió con maestría para adelantar a los locales antes del descanso.
Segunda mitad: luces y sombras
El inicio del segundo tiempo trajo consigo el segundo tanto del Real Madrid. En el minuto 49, Brahim filtró un pase perfecto para Vini Jr., quien superó a Villar con una definición precisa. Con el 2-0 en el marcador, los de Ancelotti comenzaron a desplegar un fútbol más dinámico y vertical, generando múltiples ocasiones.
El equipo rozó el tercer gol en varias oportunidades: Vini Jr. estuvo cerca con un intento de vaselina que Starfelt despejó sobre la línea, y un tanto de Güler fue anulado correctamente por fuera de juego. Sin embargo, el Madrid no aprovechó su superioridad y permitió que el Celta reaccionara.
Un error defensivo garrafal dejó el balón a merced de Bamba, quien recortó distancias y reactivó a los visitantes. Poco después, un penalti provocado por Asencio y convertido por Marcos Alonso igualó el marcador, llevando el partido a la prórroga. Esperaba media hora más de fútbol en la capital española.
Prórroga: el gen competitivo del Madrid y la irrupción de Endrick
Pese a haber dominado gran parte del encuentro, el Real Madrid se vio obligado a disputar 30 minutos adicionales para resolver la eliminatoria. En la primera parte del tiempo extra, los locales no encontraron fluidez, y Ancelotti decidió reemplazar a un agotado Vini Jr. por Rodrygo.
La entrada del brasileño pareció revitalizar al equipo, que en la segunda mitad de la prórroga encontró el gol que tanto necesitaba. Endrick marcó el tercero con un remate de genio y, minutos después, Valverde amplió la ventaja con un disparo espectacular. La guinda llegó en el último suspiro, cuando Endrick selló su doblete y desató la euforia en un Bernabéu rendido a sus pies.
Próxima parada: cuartos de final
El Real Madrid selló su pase a cuartos de final con una goleada que disimula el sufrimiento vivido. Endrick, la gran promesa blanca, demostró que tiene el talento necesario para brillar en los momentos clave. El brasileño, que no está contando con suficientes minutos en lo que va de campaña, se fue a casa sabiendo que si su equipo está en el sorteo del próximo lunes, es en gran parte gracias a él.