El equipo madridista resistió en la primera mitad pero fue arrasado por el Liverpool en la segunda.
El Real Madrid cayó y no pudo sobrepasar a un gran Liverpool en Anfield. Las numerosas bajas del equipo madridista dificultaron en exceso un encuentro en el que se aguantó la primera mitad, pero no se pudo superar al mejor club de Europa en lo que va de campaña. Un blando Mbappé, que no supo echarse el equipo a la espalda en el día clave, quedó claramente señalado. Ninguna culpa se llevaron Arda Güler, Brahim, Camavinga o un joven, pero luchador Asencio. Y es que fueron la esencia blanca en una fatídica noche europea en la que notaron la ausencia de líderes y se vieron de nuevo en la realidad que vivían semanas atrás.
La primera parte del equipo dirigido por Ancelotti no fue ni mucho menos espectacular. Más bien fue seria, digna de la camiseta. Teniendo en cuenta las importantes bajas como Militao, Carvajal, Rodrygo o Vinicius, la realidad es que la gesta era complicada ante un equipo de tal fortaleza como el Liverpool. No sería realista pensar en la previa al encuentro que iba a haber superioridad por parte del actual campeón de Europa, pero supo resistir.
Los destacados
Un enorme Courtois bajo palos fue el principal artífice de que el Madrid aguantara en la primera mitad. El belga firmó varias intervenciones cruciales que dieron oxígeno a los suyos. Sin embargo, ante la avalancha de ocasiones del Liverpool, el gol era inevitable. Mac Allister abrió el marcador y, poco después, Gakpo aumentó la ventaja con un cabezazo imparable en el área pequeña.
El joven central canario Asencio, disputando apenas su tercer partido con el primer equipo, dejó destellos de su calidad con acciones defensivas destacadas, aunque los milagros todavía le quedan lejos. Algo similar ocurrió con jugadores como Arda Güler, Brahim y Camavinga, quienes, por falta de minutos o continuidad debido a las lesiones, no lograron marcar diferencias en una noche complicada.
El ‘9’, sin ideas
Mbappé fue el principal señalado de la noche. Con la ausencia de Vinicius, se esperaba que el francés asumiera el liderazgo y guiara al equipo, pero estuvo desaparecido en los momentos clave. Apenas nueve minutos después del primer gol del Liverpool, el exjugador del PSG tuvo la oportunidad de empatar desde el punto de penalti. Era su momento para encender la chispa de otra remontada épica, disipar dudas y ganarse a la afición. Pero falló. El portero irlandés del Liverpool, con una mano salvadora, apagó cualquier esperanza blanca.
Un golpe de realidad
El 2-0 final dejó al Real Madrid tocado y al borde de la eliminación en su lucha por avanzar a los octavos de final de manera directa. Fue un golpe que no solo evidenció la falta de profundidad en la plantilla ante las bajas, sino que también devolvió al equipo a la realidad: la de no estar, actualmente, a la altura de un rival directo en Europa.